Tarjetas de crédito y sus intereses.

Probablemente, esta nota capte más la atención de las personas jóvenes o aquellas que estén comenzando a tener una vida económica mucho más activa. En esta etapa de crecimiento económico, la mayoría de las personas tienen dudas en relación a préstamos, trámites legales, e incluso, a burós de crédito. Y entre estas dudas se encuentra una de las más comunes: ¿cómo funcionan las tarjetas de crédito?

Las tarjetas de crédito son un arma de doble filo, ya que te pueden sacar de un apuro o meterte en algún problema financiero con sus intereses y las letras chiquitas en los contratos de los bancos. Para conocer más sobre el tema, debemos empezar por lo básico: qué es una tarjeta de crédito y cómo funciona.

Se puede definir como un método de pago que permite hacer compras por medio de un crédito o préstamos que otorga algún banco o entidad financiera. Esto permite que el usuario pueda adquirir bienes o servicios en todas las divisiones del mercado. El costo de cada compra es cobrado por el proveedor y el banco te notificará cuál es el monto a pagar junto a las tasas de interés y todos los cobros asociados.

Aquí es donde comienza la parte enredosa en este tema: las famosas tasas de interés; que suelen ser todo un tema en en este tipo de servicios para todos los usuarios.

Para las entidades financieras, una tasa de interés es la cantidad de dinero que representa un porcentaje del crédito o préstamo que el usuario ha tomado; en pocas palabras, es el precio del uso del dinero. Estás tasas pueden variar dependiendo el banco o la entidad, pero generalmente esta normativa pone en aprietos a muchas personas.

Pero no todo es malo, si sabes manejar adecuadamente tu dinero y eres organizado con tus gastos, una tarjeta de crédito puede brindarte bastantes ventajas como consumidor y usuario.

Si realizas tu compra de un solo pago, no se te generarán intereses.
Cada banco brinda diferentes beneficios a sus usuarios: puntos, descuentos o promociones con aliados comerciales.
El manejo óptimo de una tarjeta de crédito, te generará un buen historial crediticio, lo que te facilitará el trámite de otros servicios similares.
Te brindan un saldo superior al que tú como usuario dispones en tu cuenta bancaria.

Con una buena asesoría y una gran orientación administrativa, puedes hacer de este tipo de servicios una herramienta muy útil para tus finanzas personales, que serán de mucha ayuda en distintas situaciones.

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